© Revista Digital de Políticas Lingüísticas. Año 7, Volumen 7, setiembre 2015. ISSN 1853-3256
Como en la imagen del agua en el pensamiento chino, Couto observa un carácter
cíclico en la evolución lingüística. Da varios ejemplos de ello en el portugués brasileño
(189-199). Mencionemos tres casos de morfología: 1) las expresiones de tratamiento
formal, que comenzaron siendo frases (“vostra mercede”), llegaron tras un largo
proceso a un mínimo monomorfémico (“você”, con la reducción a su vez a “ocê” y
“cê”) y, nuevamente, a formas analíticas que constituyen frases (v. gr. “vossa senhoria”,
vossa excelência”); 2) las formas verbales de futuro de presente –o futuro simple–, que
partieron de formas sintéticas (“amabo”), llegaron a formas analíticas (“amare habeo”,
“amar hei”) y volvieron a la forma sintética (“amarei”), y en las que ahora se registra un
nuevo paso a las formas analítica (“vou amar”); 3) las preposiciones, que están en el
ciclo sintético (v. gr. “ante”, “em”, “após”, “sobre”, “sob”) y parecen ir hacia el
analítico (v. gr. “antes de”, “dentro de”, “depois de”, “em cima de”, “em baixo de”/”de
baixo de”), y que al menos en el caso de “após” muestran un desarrollo cíclico (la forma
analítica “ad post”, la forma sintética “após”, la forma analítica “depois de”).
Couto observa también la derivación de palabras con los prefijos “des” y “re”, y
asocia este procedimiento morfológico con el ciclo “acción”-“desacción”-“reacción”, ,
por ejemplo, “instalar”-“desinstalar”-“reinstalar”, o “ligar”-“desligar”-“religar”. Hay
casos en los que en vez de la prefijación por lo menos una parte del proceso corresponde
a un ítem léxico diferente, como en “copiar”-“apagar” (o “deletar”)-“recopiar”, o
“inicializar”-“desligar” (o “fechar”)-“reinicializar”. De hecho, este proceso cíclico en la
morfología y en léxico es una puerta abierta a la investigación.
En el léxico, en particular en el caso de las jergas (“gírias”) esa ciclicidad se
muestra más rápida, aunque también con mayor diversidad, lo que torna el fenómeno a
la vez más visible y más difícil de asir.
En todos los casos, los procesos de cambio lingüístico implican adaptación a
nuevas necesidades comunicativas –como tener que hablar de nuevas realidades, por
ejemplo– y desafían a un estudio descriptivo de la gramática, que aún encuentra
resistencias en Brasil, dado el peso histórico de la gramática tradicional. Couto mismo
destaca que:
(…) os normativistas não têm a mínima dose de razão quando
consideram toda e qualquer inovação na língua como desvio. Pelo
contrario, é a inovação, ou seja, a mudança que é a norma, no sentido