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Gómez, J.A.
expuestos. Posteriormente la jerarquización se dio por estructuras de poder
violentas, la fuerza como mecanismo de intimidación terminó por generar
civilizaciones fuertemente estructuradas y débilmente toleradas. Y luego, con
la aparición de las industrias manufactureras, las jerarquías evolucionaron al
ámbito del poder económico, con lo cual la riqueza y las condiciones sociales
erigían una nueva jerarquización del hombre. Los trabajos de Taylor, Fayol y
posteriormente Weber, apuntan a una idea de jerarquía necesaria para los
objetivos racionales de reproducción material y económica de los bienes
naturales de producción, sin la cual el control, el orden y la supervisión no
serían posibles dentro de la estructura empresarial.
Sin más objetivos que la consolidación económica y empresarial, la
organización actual, deteriora las relaciones existentes entre los diferentes
niveles jerárquicos, tergiversa la comunicación, ordena sin juicios adecuados
de valor, y sobre todo, olvida la tremenda complejidad que existe en su
interior y sin la cual simplemente dejaría de existir. Lo ético dentro de las
relaciones jerárquicas, se considera aún poco estudiado, la cooperación, la
solidaridad y el cuidado, surgen inicialmente como eslabones perdidos en
ese entramado de convivencia jerárquica y que hasta hoy no trascienden la
frontera de la ética descriptiva e incluso normativa (Aktouf, 2001:27).
La ecología profunda propone mirar la organización como un ser vivo de
forma holística y como emergencia de la naturaleza, cuyos procesos de
comunicación deben ser complejos y no lineales; es decir, que van en todos
los sentidos, recuperando de esta forma la integralidad, pues todo lo que se
hace dentro de ella implica la transformación de alguna parte de la naturaleza,
donde se construyen relaciones de ayuda mutua y de cooperación. En este
sentido, la jerarquía tradicional empieza a deteriorarse y se inicia la necesaria
transición hacia una Holonarquía Administrativa propia de la complejidad de
las organizaciones vivas.
Una ética ambiental, aplicada a las jerarquías de una organización
empresarial, debe contemplar la posibilidad del diálogo de iguales, es decir,
las jerarquías como escenarios necesarios para el orden, pero las relaciones
como escenarios de cooperación, solidaridad, cuidado y de integración de
ideas y prácticas en aras del desarrollo organizacional. La visión integral de
la organización como resultado emergente de la naturaleza, debe contribuir
a desviar la atención de los vínculos de poder, hacia premisas de cooperación
y comunicación real y efectiva. Para tal efecto, los holones (para este caso,
empleados, propietarios, clientes, proveedores, Estado), al ser en sí mismos
Teuken Bidikay Nº 03 (Argentina, Colombia, Méjico) 2012: 139 - 156